OPINION

AQUÍ ENTRE NOS: Yo lo entendí

Urzula Esponda

Un domingo por la tarde, de esos en los que se hace de noche temprano, llegue a mi casa después de haber pasado un domingo muy divertido y me encontré a mi madre en la cocina. Ella me hizo la pregunta obligada “ ¿Cómo te fue?”, inmediatamente le enumeré la cantidad de cosas que había hecho, los juegos, el cine y hasta las palomitas que me comí. Cuando terminé, mi mamá comenzó a llorar y prendió su licuadora verde, como para no seguir escuchando.

Yo le pregunté, “¿por qué estas triste?, me fue muy bien, ¡estoy contenta!”. Ella con su cara triste volteo a verme, me acarició la cabeza y me dijo “Cuando seas grande lo entenderás”.

Esa tarde, a mis seis años, fue la primera vez que escuché esa frase. Después con los años, la seguí escuchando en muchas diferentes versiones “deja que tengas hijos”, “un día me entenderás”, “lo hago por tu bien”, “un día me lo vas a agradecer”. Estas frases mi madre solía decirlas cuando me salía sin avisar, o llegaba tarde, o me salía de la clase de inglés.

Y sí, pasaron los años y tuve que ser grande, para entender que aquel domingo de diversión que había yo pasado con una “amiga de la familia”, no era tan amigo de la familia como se decía. Y sí, agradezco que mi mamá haya estado afuera de cada clase de inglés, para regresarme cada que me salía. Y sí, tuve que ser madre, para entender muchas, muchas cosas más, entre ellas el amor incondicional que no siempre es demostrado a besos y cariños, que ese amor incondicional, ella lo demostraba de maneras diferentes.

Todas estas emociones y pensamientos, sobre mi madre, me los desató un libro que la maestra de música de Lucca nos leyó el martes pasado. La maestra Sylvia, como buena artista, es una mujer muy intensa y su forma de leer y cantar el libro, me llegó hasta lo más profundo, como madre, pero sobretodo, como hija.

Este libro se llama “Love you forever”, de Robert Munsch trata del día a día de una madre y su pequeño hijo, de que no importa lo que haya pasado en el día, cada noche cuando su hijo dormía en un sueño profundo, ella lo cargaba en sus brazos, lo arrullaba y le cantaba…

I´ll love you forever

I´ll like you for always

As long as I´m living

My baby you´ll be

Esta madre canto a su hijo por años, hasta que un día no pudo más y entonces, el hijo la toma en sus brazos, la arrulla y canta la misma canción, que durante una vida ella le cantó a él.

Hoy, ya soy grande, ya soy madre, lo entiendo y lo agradezco. Gracias por siempre estar ahí, gracias por esa vocecita en mi oído, que aunque no escuche muchas veces, jamás desistió en guiarme por el buen camino, gracias por ser la mamá que has sido, gracias por nunca darte por vencida. Siéntete orgullosa de lo que has hecho, porque, lo entendí.

Y a lo mejor tú no me cantabas, pero sé que con todo lo que has hecho, siempre me quisiste decir lo mismo que esa canción y hoy te lo digo yo a ti…

Te amo por siempre

Te quiero por siempre

Ymientrasyo viva

Siempreserás mimami